El tiempo no empaña un Carnaval repleto de humor y disfraces
La Comisión Mixta de fiestas de Bilbao ha vuelto a desplegar el recinto festivo en el centro de Bilbao y, a pesar de la lluvia y el frío, la ciudadanía bilbaína se personó a disfrutar y a participar en este modelo de carnaval que está empezando a ser tradición. Además del sábado hubo varios días y actividades para satisfacer los diversos gustos de la ciudadanía.
Por cuarto año el modelo conjunto de carnaval ha tomado Bilbao. Durante nueve días las calles se han llenado de disfraces, colores y sonrisas en un Carnaval cuyo objetivo es poner la participación en el centro. La apuesta de la Comisión Mixta por un nuevo modelo se ha ido solidificando y, muestra de ello, las más de 50 actividades que componían la programación de este año.
El carnaval fue entrando en calor bajo el sonido de las coplillas, tradición bilbaína que data de un documento del año 1515, desde que se han recuperado han sabido adaptarse a la actualidad con fuerza. La ciudadanía bilbaína se empapó de sarcasmo, fina ironía y críticas varias, de ese modo, se animó a los conciertos populares del jueves, lo que empezó con música en el Kafe Antzokia se extendió hasta las Siete Calles.
Así llegó el viernes, el gran día de Farolín y Zarambolas. Se presenciaron con formalidad a su detención el actor y hostelero Mikel Martínez, Farolín, y la cantante de rap La Basu, Zarambolas. Seguidamente de su detención y custodiados por antiguos personajes del carnaval bilbaino (Higi, Hartza, Fraisku, Momo, Monja y Turko) se acercaron con la fanfarria hasta la Plaza Nueva. Allí, recibieron un juicio popular donde la ciudadanía participó y les declaró culpables.
Como todos los años, el gastronómico fue uno de los hilos de este carnaval. Para el gusto de todos se pudo saborear los platos de temporada como son los tradicionales ponche y tostada y el concurso de alubias.
Tampoco podemos olvidar la gran presencia gastronómica del propio Sábado Regular, pues no sólo hubo reparto de pintxo de chorizo, chorizo vegano, sopa de ajo y pollo asado en el recinto de la Gran Vía, si no que además este año, por primera vez, se juntaron alrededor de 500 personas en la gran comida popular que se celebró en Albia. ¡Seguro que el año que viene seremos todavía más!
Con la tripa llena, vestimenta colorida y con el ritmo de las coplillas en mente, llegaron Farolín y Zarambolas a hacer su brindis a las 12 del mediodía en la Plaza Circular y, así, darle comienzo al Sábado Regular. Ni la lluvia ni el frío, habituales en Bilbao las últimas semanas, no acobardaron a la gente, que llenó el recinto de carnaval del centro de Bilbao. En el concurso de disfraces de la tarde participaron, además de las Konpartsas, disfraces individuales y grupos disfrazados que se acercaron a mostrar su trabajo y coreografía, hasta llegar a los 50 grupos participantes. La ciudadanía se unió al espectáculo; el centro de Bilbao fue tomado por una fiesta de disfraces popular.
Al finalizar la cuenta atrás y con el cierre del recinto, se recuperó la coplilla ganadora del año 1985, que cantó toda la gente allí reunida, junto con Farolín y Zarambolas y los miembros de la Comisión Mixta. Y se cumplió, por fin, el reto de este año: descorchar la botella gigante para inundar de confetti y sorpresa la Plaza Circular. Seguidamente, junto con los deabrus de Lekitto se hizo la bajada desordenada hasta las Siete Calles, para vaciar la fuente de agua de Bilbao de la Plaza Santiago.
Para dar fin a esta loca semana, en el entierro de la Sardina la ciudadanía bilbaina llenó la Plaza Arriaga de fuego y lágrimas. Aunque enseguida volverán a sus quehaceres y su cotidianidad, pero teniendo presente que e lpróximo año volverán a tener su propio carnaval para que cada cual sea quien quiera ser y pueda disfrutar de ello.