Bilbao ha celebrado el carnaval más multitudinario bajo un sol de justicia
La Comisión Mixta de fiestas de Bilbao ha vuelto a inaugurar el recinto festivo en el centro de Bilbao. Gracias al soleado día, la ciudadanía bilbaína se personó a disfrutar y a participar en este modelo de carnaval que está empezando a ser tradición. Además del sábado, hubo varios días y actividades para satisfacer los diversos gustos de la ciudadanía.
Por tercer año, el modelo conjunto de carnaval ha tomado Bilbao. Durante nueve días las calles se llenan de disfraces, colores y sonrisas en el que ha sido el carnaval más participativo. La apuesta de la Comisión Mixta por un nuevo modelo se ha ido solidificando y, muestra de ello, es el éxito que ha cosechado la programación de esta edición.
El carnaval fue entrando en calor bajo el sonido de las coplillas, tradición bilbaína, cuya documentación data del año 1515, que, desde que se han recuperado, han sabido adaptarse a la actualidad con fuerza. La ciudadanía bilbaína se empapó de sarcasmo, fina ironía y críticas varias y, de ese modo, se pasó a los conciertos populares del jueves. Lo que empezó con música en El Ensanche se extendió hasta las Siete Calles.
Así, llegó el viernes, el gran día de Farolín y Zarambolas. Se presentaron con formalidad a su detención Las Tea Party DJs, Farolinas, y el hostelero de la Plaza Nueva Jon de Miguel, Zarambolas. Seguidamente, rodeados de antiguos personajes (Higi, Hartza, Fraisku, Momo, Monja eta Turko) se acercaron con la fanfarrea hasta la Plaza Nueva. Allí, fueron sometidos al juicio popular donde la ciudadanía participó y les declaró culpables.
Como todos los años, la gastronomía fue uno de los hilos de este carnaval. Para gusto de todos, se pudieron saborear los platos de temporada como son los tradiciones ponche y tostadas y el concurso de alubias. No hay que olvidar la novedad de este año; el sábado en el recinto de la Gran Vía hubo reparto de pinchos de chorizo, pinchos veganos, sopa de ajo y caldo de verduras, además del taller de cocina tradicional infantil de preparación de talo y pan.
Con la tripa llena, vestimenta colorida y con el ritmo de las coplillas en mente, llegaron las Farolinas y Zarambolas a hacer su brindis a las 12 del mediodía en la Plaza Circular y, así, dar comienzo al Sábado Regular. Con el buen tiempo acompañante, el recinto de carnaval del centro de Bilbao estuvo a rebosar de gente. En la kelejira de disfraces, además de las konpartsas, hubo bastante gente con disfraces individuales y en grupo que se acercaron a mostrar su trabajo y coreografía. La ciudadanía se unió al espectáculo y el centro de Bilbao fue tomado por la fiesta de disfraces populares.
Al finalizar la cuenta atrás y con el cierre del recinto, se recuperó la coplilla ganadora del año 1985 y las konpartsas la cantaron junto a la ciudadanía, con ayuda de los compañeros de Garilak 26. Para el próximo año, se tendrá como reto, por fin, conseguir mojar de agua de Bilbao y de sorpresa la Plaza Circular de la mano del descorche. Seguidamente, de la mano de Lekittoko Deabruak se realizó la bajada desordenada hasta las Siete Calles, para vaciar la fuente de agua de Bilbao de la Plaza Santiago.
Para dar fin a esta loca semana, en el entierro de la Sardina la ciudadanía bilbaína llenó la Plaza Arriaga de fuego y lágrimas. Aunque enseguida volverán a sus quehaceres y cotidianidad, no se puede olvidar que el próximo año volverán a tener su propio carnaval para que cada individuo sea quien quiera ser y pueda disfrutar de ello.