¿De donde viene la feria de Santo Tomás?
Las comparsas bilbaínas participan desde 1980 en esta celebración tan botxera. Colocamos la txosna de la federación y contribuímos con un programa de animación con el que sacudirnos el frío de diciembre. Y lo hacemos porque, más que mercado, Santo Tomás es hoy en día una autentica fiesta que durante un día simboliza en el arenal y las siete calles la unión de ciudad y el caserío. Pero, ¿de donde viene esta tradición?
Precisamente el origen del mercado de Santo Tomás parece estar en la relación entre los baserritarras, que en el siglo XIX eran en gran porcentaje arrendatarios, y los rentistas, propietarios de tierras y caseríos pero residentes en Bilbao. La costumbre señalaba el 21 de diciembre como el día en el que los baserritarras bajaban a la villa a cotizar el alquiler. El propietario de las tierras solía obsequiarles con una comida y algún regalo. No había entonces banca telemática y no se bajaba a Bilbao tan a menudo, así que los aldeanos aprovechaban el viaje para vender sus productos en la plaza del Mercado.
A finales del XIX el mercado de Santo Tomás comenzó a cobrar fuerza porque los vecinos de Bilbao veían en él una excelente manera de comprar productos de calidad para unas fechas muy exigentes. Era un día esperado por los compradores y, si bien la costumbre de pagar la renta ese día fue desapareciendo paulatinamente, la demanda hizo que se
mantuviera la venta de productos del campo para preparar las celebraciones de navidad.
Tras la última guerra carlista la mayoría de los caseros pagaba la renta ya a finales de diciembre, pero el mercado de Santo Tomás fue cogiendo vida propia y para principios del siglo XX ya estaba totalmente asentado.